Una historia de la Guerra Civil Española que merece ser conocida
En los anales de la Historia, hay episodios que permanecen ocultos en la memoria local hasta que alguien decide investigar. La historia de Bronchales durante la Batalla de Teruel es una de esas historias extraordinarias que conecta un pequeño pueblo aragonés con uno de los momentos más decisivos de la Guerra Civil Española.
La única victoria de la 2ª República española
Por primera vez en la guerra, el Ejército Popular de la República logra arrebatar una capital al bando nacional. Teruel se convierte en símbolo de resistencia, pero también en el escenario de una de las batallas más cruentas del conflicto.
Diciembre de 1937. Las tropas republicanas lanzan una ofensiva sorpresa contra Teruel, la capital de provincia más fría de España.
Ese diciembre de 1937, el bando republicano, adelantándose a una prevista ofensiva franquista sobre Madrid, lanzó su propia ofensiva contra la ciudad de Teruel, la cual se creía débilmente defendida. Teruel era un objetivo estratégico para los republicanos, que ya la tenían parcialmente rodeada, con el fin de aliviar la presión en el Frente del Norte y lograr una victoria significativa. El ataque, que sorprendió a las fuerzas sublevadas, se vio obstaculizado por la resistencia casa por casa, donde se luchó a bayoneta en ocasiones, y la llegada de un frío intenso que afectó a ambos bandos. A pesar de las bajas, los republicanos lograron evacuar a la población civil y, finalmente, el 8 de enero de 1938, el coronel Rey d’Harcourt se rindió.
La toma de Teruel fue la primera capital de provincia conquistada por el Ejército Popular de la República, lo que generó un gran entusiasmo en la España republicana y entre los corresponsales de guerra extranjeros. Por su parte, en el bando sublevado, la noticia causó un gran impacto, especialmente en el general Franco. Tras la victoria, los republicanos se atrincheraron en la ciudad, convirtiéndose los asaltantes en sitiados, mientras los franquistas, ahora sitiadores, se preparaban para reconquistar la plaza.
¿Fue esta batalla cubierta por Hemingway?
pues sí, Ernest Hemingway cubrió la Batalla de Teruel como corresponsal de guerra. Junto con otros periodistas como Herbert Matthews y fotógrafos como Robert Capa, Hemingway entró en la ciudad con las tropas republicanas para informar sobre los combates. Sus crónicas y la presencia de otros corresponsales ayudaron a que la batalla de Teruel obtuviese una gran repercusión internacional, siendo la primera gran victoria militar del Ejército Popular de la República en lo que iba de guerra.
Lo que muchos no saben es que en los pueblos circundantes, como Bronchales, se desarrollaron episodios igual de significativos que han permanecido en la memoria familiar y local durante décadas.
La Legión Cóndor en Aragón
La Legión Cóndor, unidad militar alemana “voluntaria” enviada por Hitler para apoyar a Franco, había establecido posiciones de apoyo en diversos puntos estratégicos alrededor de Teruel. Con aproximadamente 5,000 efectivos en su momento álgido, esta fuerza incluía algunos de los equipos militares más avanzados de la época: bombarderos Heinkel He 111, cañones antiaéreos Flak 88, y material de comunicaciones de última generación.

Las fotografías históricas que acompañan este artículo muestran precisamente este tipo de equipo militar alemán de alta calidad desplegado en la zona de Bronchales. Los vehículos, cañones y armamento visible corresponden exactamente al material que la Legión Cóndor utilizaba en sus operaciones de apoyo.
El episodio de Bronchales
Cuando las tropas republicanas avanzaron hacia Teruel en diciembre de 1937, cortaron las comunicaciones y sorprendieron a las fuerzas nacionales. En este caos, una unidad alemana de la Legión Cóndor que se encontraba en Bronchales —posiblemente personal de apoyo, comunicaciones o artillería— quedó aislada del grueso de las fuerzas en retirada.
Según los testimonios familiares conservados y documentado en fuentes como el estudio “La presencia alemana en Bronchales durante la Batalla de Teruel” (Rehalda, 2024), los republicanos que llegaron al pueblo no solo encontraron material militar alemán abandonado, sino que capturaron a los soldados alemanes que no pudieron evacuar a tiempo. Por lo visto, sí habían tenido tiempo de organizar una buena comida para saborear el delicioso cordero aragonés en el antiguo Hotel Ballester (hoy en desuso). La svástica y las boinas son un homenaje al surrealismo ¿dónde si no podía haber nacido Luis Buñuel sino en Aragón?

Las fotografías muestran claramente la calidad y cantidad del material alemán presente: cañones antiaéreos, vehículos de transporte militar, y equipamiento que representaba la tecnología militar más avanzada del momento.

¿Los primeros nazis capturados?
No podemos afirmar categóricamente que Bronchales fue “el primer lugar que metió nazis en la cárcel durante una guerra”, eso requiere matización histórica. Es improbable que fuesen literalmente los primeros (ya había habido capturas de aviadores alemanes derribados en la Guerra Civil desde 1936), sí que representa probablemente una de las primeras capturas documentadas de una unidad terrestre completa, en este caso de la Legión Cóndor y además en zona de combate.
¡Y se rindieron! Las anécdotas populares dicen que hubo algún rifirrafe de poca importancia porque algún soldado alemán intentó propasarse con una joven del pueblo, pero nada más. Lo que hace especial este episodio no es tanto el orden cronológico, sino su significado y lo poco que celebramos nuestra propia historia (os digo que un episodio así en Francia, en Polonia, en Inglaterra o en tantos países de donde fueron deportadas tantas familias judías tendría un museo y excursiones escolares). Bien, ¿qué tenemos?.
- Evidencia tangible: Las fotografías muestran material militar alemán de primer nivel. Esto me lo ha certificado conocidos y familiares con experiencia en armamento militar
- Contexto estratégico: Ocurrió durante la única gran victoria republicana de la guerra
- Memoria preservada: Los testimonios familiares han mantenido viva esta historia durante décadas
Legado histórico
La historia de Bronchales ilustra varios aspectos cruciales de la Guerra Civil:
- La internacionalización del conflicto: La presencia alemana no se limitaba a las grandes ciudades, sino que se extendía por todo el territorio
- La guerra moderna: El equipo capturado representa la tecnología militar más avanzada de 1937
- La resistencia local: Un pequeño pueblo aragonés se convirtió en testigo y protagonista de un episodio histórico mayor
Terminando….
Más allá de debates sobre cronologías y primacías, la historia de Bronchales nos recuerda que la Historia, con mayúscula, se construye también desde los testimonios locales y la memoria familiar. Las fotografías que ilustran este artículo son documentos históricos que no tienen precio y han permanecido ocultos en una caja durante décadas. Relatos oficiales ha habido muchos, pero aquí tenemos evidencia visual directa. Qué contradicción que haya tanta tanta gente interesada por la 2ª Guerra Mundial y la locura nazi en España pero no sepan explicar la ayuda del régimen hitleriano en la caída de una democracia, la cual, con todos sus defectos propios de la época, también fue traicionada por otras democracias en aras del apaciguamiento. Al final, todos tuvieron traición y guerra.
Los problemas se paran a tiempo. Está sucediendo en Ucrania. Euna época en que la memoria histórica cobra especial relevancia, historias como la de Bronchales merecen ser investigadas, documentadas, preservadas y hasta celebradas. No solo por su valor testimonial, sino porque nos ayudan a comprender la complejidad humana de los grandes conflictos históricos.
La próxima vez que pases por Bronchales (preciosos bosques, reserva micológica, el camping más alto de España y excelente jamón) recuerda que estás en un lugar que fue testigo directo de uno de los episodios más singulares de la Guerra Civil Española: el día en que un pueblo aragonés capturó a soldados nazis que practicaron muy bien todo lo que después harían en Polonia (ese vídeo documenta 17,5 toneladas de cenizas humanas cerca de un antiguo campo de concentración de Dzialdowo, uno de los pequeñitos y poco conocidos), en Checoslovaquia (mencionemos sólo lo que hicieron en Lídice) en Rumanía, en Rusia (con 20 millones de muertos es un nivel de atrocidad inimaginable), en los bombardeos sobre Londres (el Blitz)…
¿Conoces más historias locales de la Guerra Civil que merezcan ser investigadas? Todos los comentarios son válidos si son bien intencionados, educados y constructivos.
